Bío:
Estefanía Herrera es mamá de Paz, escritora y docente catamarqueña. Se desempeña como profesora en la UNCA, en la UNLAR y en el Instituto Superior de Arte y Comunicación de Catamarca. Perteneció al Grupo literario “Los Innombrables” y participó en varias Antologías literarias. Algunos de sus poemas fueron seleccionados para la Antología Federal de Poesía Región Noroeste del Programa de Cultura del CFI, como así también, para Revistas literarias Digitales provinciales e internacionales. Fue jurado en los Premios Trienales Municipales de Literatura (convocatoria 2010), en el Tercer Concurso Literario Regional del Noroeste 2013 del CFI y en el Primer Concurso de Cuentos de la Universidad Nacional de La Rioja. Además, colaboró con textos de análisis literario en diarios digitales de la provincia y actualmente forma parte del equipo de la revista digital cultural El Ganso Negro. Desnuda es su primer poemario publicado este año por Puerta Roja Ediciones. De este poemario les dejamos algunas joyitas: Desnúdese, por favor Desnúdese de los temores y las dudas, de los domingos monótonos, de las máscaras y de los amaneceres intrascendentes. ¡Por favor, desnúdese! Despójese de la lluvia sin aroma, de la primavera insulsa, del desamparo y de los atardeceres cobardes. Desnúdese, por favor, que aquí lo espero desnuda. * La ausencia es una brasa entre las manos. El romerío de imágenes azota los sentidos: el desenfreno de los labios, el milagro de los cuerpos sudando, los cuerpos segregando liberación, el vaivén de las lenguas, las lenguas humedeciendo lo cóncavo. Espera, lo que nunca se animó a hacer. * Ya no espero, amor, ya no. Tu boca lejos de mis senos, mi mano abandonando tu sexo. Emigro de vos y el olvido es mi música. Esta desnudez es mía, sólo mía y tu cobardía no puede herirme. Te escribo el silencio y soy libre. * La mano se desliza y danza una melodía candente. Serpentea el vientre. Vagan mis pupilas mientras expiro fantasías, todo es una fiesta: las yemas de mis dedos son fueguitos artificiales de navidad. * Hembra que se desnuda y goza, que suda deseo versos y misterios. Amalgama de cicatrices en su instinto y en su pubis, olivas en la mirada, miel en sus pechos. Virgen que dibuja herejías en su cuerpo, hembra que ya no calla ni murmura, que grita y gime, que grita y gime. Amasijo de sonrisas impúdicas de manos derrocadas, de vulva que leuda placer. Sísifa cuya piedra son los rostros de sus hermanas muertas, hembra que ya no calla ni murmura, que grita y gime, que grita y gime. Yegua desbocada deseante, doliente, bacante, amante de todos y de ninguno.
0 Comments
Foto: de las redes de la autora
Bío: Mariela Laudecina nació en Mendoza, en 1974. Publicó Hacia la cavidad (poesía – 2006), Ciruelas (poesía – 2007) Intiyaco (poesía – 2008), Tomo las decisiones con los pies (poesía – 2011), Perfume de jarilla (Poesía – 2013), El cielo es para los ángeles (novela – 2009, reedición en 2014), La culpa es del sueño (poesía – 2015), El bosque de las mujeres amadas (poesía – 2017), la novela Lo mejor es no tener padres (Borde Perdido Editora), Leeme que me gusta, un conjunto de crónicas sexuales (Chatmuyo Ediciones) y Los Caprichos de Leonora (Caleta Olivia). Falleció hoy 24 de mayo de 2021. Dejamos a continuación algunos de sus poemas, a modo de homenaje: Nadie sabe cuál es la hora del ángelus Yo, sí El cuervo traicionero me regaló su ojo y ahora tengo tres Ustedes jueguen mientras aparecen los aliados prepárense para luchar contra siluetas espectrales demuestren qué tan lindas y fuertes podemos ser a la hora del ángelus a la hora de las pinches sombras que nos prefieren desvanecidas. * Subí al techo y mi amiga me sacó una foto Quería tener el cielo cerca y que el viento me levantara el vestido como si hubiera trascendido y fuera verdad tocar las nubes leerlas, ser una ficción en las alturas Quedar desubicada porque somos seres de abajo El arriba es nuestra fantasía Me subí al techo porque el aire parece otro para ser testigo de otra perspectiva y después bajarme y contemplar la decepción Mirar la foto y no verme a mí si no a una chica en el cielo con vestido. * Extraigo del ombligo una pelusa iridiscente la uso como lámpara Ridícula decís y prendés la luz Te pego con el libro en la cabeza no te duele y me encabrito La pelusa rueda Me duele el estómago Tengo una revelación La pelusa no es tal es nada más y nada menos que mi voluntad Si no la recupero mañana no me levanto. * Mujeres, única fauna Hombres, aquellos que no ven su pene hasta ese punto del amor han llegado Ellas pierden la forma veloces de nacimiento Ceden al tornado de la estación más dura la primavera Con el poder intacto la risa ahoga lo que no dicen En la fiesta en el dolor cedí ante un hombre dormido ante el hogar ineludible Así es él nada comprende e invita a una casa y la puerta sos vos el enemigo la luz sos vos Promete un náufrago y llega pero se va La neblina de los sentidos cabalga sobre nuestro lomo Se evapora la embriaguez y se abandona el bosque Respiramos largo con la sensación injusta de haber trabajado y no haber sabido para quien Lo confunden con el jardín de las Delicias nada más alejado Nos adentramos en la espesura sin preguntar eso sí capaces de la erupción dolorosa de lo que nace Aquí solo hay deseo de repetir de ahí los hijos Aquí nadie piensa reventar se revienta de hijos la falla común Madres hay en todos lados El bosque duda igual no deja de procurarlos El semen podría ser caudal de fetos minúsculos polvo dorado brillo celeste pero no El molde decide color de la pureza o debilidad hasta se nombran iguales leche de mamá leche de papá Vuelvan a ponerse los ojos La vida está fuera El doble salió del cuerpo y hablamos varias lenguas meamos el suelo Nuestra canción es poderosa y eterna Sabemos lo que hay que saber Vuelvan a ponerse los oídos no importan otros asuntos aunque dé risa diabla risa un hallazgo tan inverosímil Hay que huir Incendiar el bosque * A veces sé cosas que ya sucedieron o están siendo Vos no crees que alguien pueda ver el futuro Decís que soy intuitiva para relacionar situaciones Yo no sé por qué me pasa Lo más extravagante es que luego lo puedo comprobar No solamente con mi vida si no también con gente a quienes apenas conozco Es difícil explicar la certidumbre de las imágenes y algunos hechos Las señales que no puedo evitar leer me las da el mundo conversaciones, repeticiones, caras sensaciones corporales intensas y los sueños completarían las pistas que me conducen hacia lo que pronto será o es Quisiera que no ocurriera ¿Pero cómo controlarlo? Es un rayo invisible que me hace temblar a veces de miedo otras de dolor como cuando iba en el taxi al hospital y supe que tenía leucemia fue un segundo que mucho después recordé No se lo conté a nadie como muchas de las cosas que ¿intuyo? ¿presiento? ¿veo? Es difícil convivir con algo que se emparenta con la locura y mucho más difícil decirlo Es como transmitir un sentimiento y su falla inherente la de pretender que otrx lo entienda si no lo experimentó Quizá sea una compensación una forma de condena o una serendipia constante a la que habrá que abandonarse. Noelia Palma, nació en Morón, Buenos Aires,19 de octubre de 1984. En poesía publicó los libros Que la muerte nos ampare (Francia Editorial, 2017); Solo con todo el mundo, Charles Bukowski (selección y traducción de la autora, Postales japonesas, 2017); La casa, (Mascarón de proa, 2019); Marilyn (Dínamo Editorial, 2020); Luxemburgo (El mensú ediciones, 2020). Es librera en "BOOKowski Libros y Jardín" y dicta el taller y clínica "Historia de la melancolía". En mayo 2021 apareció en El mensú ediciones 0034, su último libro, de este poemario les dejamos unas joyitas para enamorarse:
II Las hojas del pino atardecían en su luz. Dice: madre, tú no eres algo perdido. Después, toma su violín, apoya la carita en las cuerdas y también las manos. Madre, ¿ese pino llegará lejos? Claro, hasta hacerse carne con el exilio. 12 ¿Qué quiere decir infinito? ¿Se parece a lo improbable del mundo, a juntar nuestras manos para hundirlas en la nieve? 14 Madre, ¿tú podrías hablarme del amor? El amor es no estar solo nunca más. ¿Como nosotras? Sí, cuando nos abrazamos. Entonces, el amor es una ausencia que no se resiste a otra. Como ver por la ventana los huesitos del sol. El sol no sabe esparcir su herida, los cristales lo propagan. 15 Madre, ¿puedo jugar a las ausencias? Nómbrame cuántas tienes, por favor. Una, dos, tres. Pero. Ni siquiera tu corazón es un corazón. Y aunque grites, el mundo no oye tus animales blancos. La sangre es el eco de un templo construido para soportar el alba. 16 Que así sea. Valencia, este cuchillo no es un cuchillo sino la herida o la profundidad del mundo cuando se corta. Su reflejo es lunar y podría hacer una masacre o asfixiar el habla. ¿Tú tienes sangre azul como yo? No. ¿Mi papá sabe que mi silla está vacía? Tu padre no pregunta por nadie. 21 Madre, ¿qué es el dolor? Seguramente, todo el deseo frente a una ventana. A veces te veo frente a la ventana: ¿Te miras juntando tus propios huesos? Valencia, el deseo se hace humo. Los deseos no cuadran en la carne. Bío:
(Quilmes, Buenos Aires; 1988) Comunicadora social, gestora cultural y periodista. Editora y redactora de Revista Ruda (www.revistaruda.com.ar). Publicó su primer libro, Morada (2015), en la colección miliuna, surgida de la Clínica de Poesía de la Biblioteca Nacional coordinada por Liliana Lukin. También participó en talleres de María Malusardi y de Javier Galarza. Tiene escritos dos poemarios inéditos: Masticaciones (2018) y Kintsugi (2020). Trabaja actualmente en un poemario sci-fi que inició en 2017: Azul eléctrico. Como gestora cultural, colaboró en la organización de ciclos y festivales de poesía como el Club Atlético de Poetas (Quilmes: 2010-2017) y La Juntada Festival de Poesía Joven de APOA (2014-2016). Fue co-responsable del proyecto Cosmovisión y Oralitura Mapuche. Difusión de la obra de Elicura Chihuailaf en Buenos Aires (2016). De Kintsugi (inédito, 2020) Dafne y los laureles Hice caso aquel diciembre de despedidas y prendí fuego al laurel abichado Pocas hojas tenía a lo sumo diez Dijiste son las victorias que no fueron las llamas te limpiarán de pasado Ansia de poder tras la palabra supe no era lo correcto La hechicería iba contra Dafne la perseguida, la reencarnada Laurel no era victorias sino huidas Mientras lo vi arder lloré del miedo y temblé con ese aire de las cosas cuando cambian para siempre Cayeron las hojas secas y volátiles conté el goteo de su savia desde la punta de las ramas así mis dedos, así mis ojos, la purga de las victorias que no habría Desde entonces todo sería huir de la palabra injusta de la mano firme que busca apresar del infortunio y la falta de aire Como si yo misma me hubiera quemado antes de tiempo en el fondo de esa olla vieja El fuego no limpia, arrasa y sin tierra fértil no hay por donde nacer de nuevo. Frankie Tras perder los jardines, los bosques el don del canto y la palabra otras manos me rearman El cuadro, perfeccionado una versión que hubiera preferido pero el deseo no es sino lo esquivo Expuesta en la mesa para la alquimia meses de silencio Ni Mary Shelley llegó tan lejos como para creer en lo perfecto Algo quedó adentro el hambre voraz una incomodidad de maniquí ¿Quién puede asegurar que ante el vértigo del movimiento cinético no saltaría? Con hilo dorado y con migajas construyo una diadema para vestir en el silencio. De Azul eléctrico (2017, inédito) 0000 araña / desperté / un ojo para cada pantalla / carezco de olfato pero detecto enseguida el olor de lo muerto reflejos de luz metálica / los seres que miro / el color de las burbujas huecas se repiten en cataratas 0001 cansada de la luz azul de las pantallas exijo al cuer-po el doble de esfuerzo no hay forma otra de cubrir la distancia podrá parecer en el presente / aislado un gesto extremo / innecesario cansada de la luz azul de las pantallas mis ocho ojos absorben y reflejan burbujas en la noche 1010 / la piel es el órgano de mayor extensión en el cuerpo humano / llegando a medir hasta 2 metros cuadrados si se la desplegara / actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea / WIKIPEDIA en esta red no hay piel / araña / olvidé qué significan ciertas partes de mí por ejemplo / ya no entiendo eso de /tener piel/ con otro cuer-po / busco en la enciclopedia universal / aquí tenemos CONEXIÓN puede apagarse / cortarse / prenderse / estar en standby quizás también proteger de lo que hay afuera la pi-el humana si se corta entrega cicatrices más breves / más hondas abrir el organismo al afuera no carece de expensas // lento / denso / el transcurso del tiempo es la / única / variable de sanación la conexión no deja huellas solo hay aquí / sólo hay ahora / mirame De Morada (2015, Ediciones La Biblioteca – colección miliuna) V ¿Qué hago yo? Silencio en el campo si el viento no sopla. Miro esas flores blandas y sus raicillas, pruebo el pasto duro de comer, rasco la corteza del sauce llorón y su savia resinosa se pega a mi piel. Yo no estoy hecha del mismo material. Ellas tienen su razón de ser: las vacas se alimentan del pasto y de las flores, nosotros comemos nuestras vacas. El color de la mañana, ellas lo dictan; después de la nieve también florecen. ¿Qué hago yo? Me acomodo sobre las hierbas tiernas que desbordan entre las piernas y el arroyo. Abrazada a las rodillas, evito mirar el valle poblado que se abre al otro lado del agua. ¿De qué estoy hecha? Un agujero en el estómago. Bío:
Andrea Martín (Ánima Fugitiva) nació en 1998 en La Rioja, Argentina. Es estudiante avanzada de la Licenciatura en Letras en la Universidad Nacional de La Rioja. Integra el Espécimen Literario Rata Libre desde 2018 donde corrige, edita y realiza diseños gráficos para fanzines. En 2020 publicó dos plaquetas digitales, "Luz fluorescente" en la plataforma Issuu y "Revelados" en la tienda digital de la revista de literatura tucumana La Papa. En el mismo año fue seleccionada como residente en el Festival Internacional de Poesía de Rosario. En 2021 publicó su primer libro físico, "Gulita Porosa" (Falta Envido Ediciones). -------------------------------------- de Gulita Porosa (2021, Falta Envido Ediciones) les dejamos estos poemas: MAMBEADA Soy una actriz que sangra y me duelen las entrañas. Vos no me querés porque estoy re mambeada. Tu beso en la frente no me salva y yo tampoco puedo salvarte de vos. Cada día me llevo al límite, me voy hundiendo un poco más. Mía es la mano que sostiene el cuchillo y la tuya me acaricia, se despide. Es nuestra la piel que nos va aprisionando. Pido disculpas y ya no sé si está bien, oigo disculpas y no sé si perdonar. Nos abandonamos a una posibilidad que capaz no es la misma, ¿vos también pensás lo que yo pienso? ¿Vos también sentís lo que yo siento? ¿Qué hago con todas las canciones que me dejan tu sabor? Somatizo químicamente lo mucho que te quiero y lo mucho que nos padecemos. Te lo dije: es que hoy me costó mucho respirar. Me quedó en el esternón inflamado un poema que no te susurré, una táctica para que te quedes. Un montón de papelitos de colores garabateados que tendrías que quemar para que ella no los vea y capaz sí somos los mismos pelotudos de los que hablan siempre todas las canciones de amor, que no saben qué pingo quieren, solo saben que todo esto duele. En el aire alcanzo un papel, lo abro: “What is love? baby don’t hurt me no more” VOLVER DE BUENOS AIRES Y ENTERARME QUE ME ESTABAS ESPERANDO El atardecer, las casas y el humo. El sol a lo lejos, como un punto de “recording”. Somos un filtro de Instagram. Hago una playlist de temas que me encantaría escuchar drogada. Puede que esté embarazada, puede que no lo esté. Veo las fotos y hago zoom en mi boca, no entiendo la forma. De Buenos Aires me quedan los trenes oxidados y la gente corriendo el bondi. El reflejo de un millón de luces artificiales en las ventanas de los sueños de concreto. Querés que nos reunamos clandestinamente, vos, que aunque parecés peligroso sé que no lo sos. Coincidimos en un acto inocente, sé que todo es intencional pero igual me encantaría que me lleves a tu casa. Tengo una astilla en la planta del pie y creo que hice el test de embarazo como el culo. Me la re baja que me hables a la mañana cuando ya no estoy borracha. Me da mucho miedo la incertidumbre, tanto que me encargo de no darme certezas. Hacer todo así, escribir letras deformes con lapiceras que no andan en hojas que después pierdo, programar sonidos suaves, adormecer el cerebro, conformarme con lo amable, lo cercano y esperar lo mejor. Esto es lo que quisiera pero something’s got a hold of me. DETACHED No lo sientan por mí. Vendí los libros que me dieron. Me di un nombre distinto al que me legaron. Yo lo siento por ustedes. Vienen a ejercer presión sobre mí. ¿No ven que yo no soy un diamante? Como dice Tentoni, las personas no son piedras preciosas, no podés quedarte solo con lo bueno. Les gusta probarme, testearme, pero hice de mí lo que pude. Yo también voy aprendiendo. Causa = consecuencia. Salté por la ventana cuando el cielo se hizo pared. La vida no es más que dolerla y dolerte y crecer, romper mensajes en la montaña y romper botellas contra la mesa. ¿Cómo no voy a arrancar mis raíces si a duras penas las reconozco? de Revelados (2020), estos poemas: enseñaste con el ejemplo papá sos una foto que no revelaron bien un edificio frío en el cielo espejado unos alambres abiertos: filoso para unos frágil para otros y por eso soy tu hija papá las cosas que nos unen quizás sean la misma luz los mismos juegos tontos a los veintitantos el ojo que intenta constantemente llevarse todo y constantemente fracasa somos unas joyas que se herrumbran unas prendas polvorientas que se guardan unos muebles que no pertenecen una carga que no era nuestra y tomamos igual somos una sombra que otros temen que busca amor pero no sabe cómo expresarlo y jamás lo sabrá jamás lo sabremos somos unos discos rayados y unos aparatitos que ya no hacen eso para lo que fueron creados un hotel dosestrellas una imagen borrosa luminosa de la infancia que no recordamos bien nunca recordamos tan bien como quisiéramos los momentos donde fuimos felices somos unos niños en los que tuvieron fe y al crecer decepcionaron chiquitos que abren puertas que otros deben acercarse a cerrar lo que nos diferencia es que de tu sangre caliente en mí hago un cuenco que alimenta me enseñaste con el ejemplo a no violentar y hoy sobrevivo a todo lo que pensaste que era finalmente eso no soy gracias papá por la enseñanza por la huella por los restos hierba mala nunca muere voy a mis abuelos a compartir el asado y en la tele tubo una película de pueblo los entristece porque ya no tienen esas parras en el fondo. el actor se afeita la barba mirándose al espejo que cuelga del árbol y enjuaga la espuma en el lavatorio del patio. mi bisabuelo vivió mucho 100 años y una casa con aljibe con techos de caña con un perro compañero que se echa en la tierra para refrescarse. mi madre es la nieta que hace dulce de damasco para salir a jugar con amigos y pide fiados caramelos de leche al almacenero de la cuadra. un sulky se lleva a mis familiares longevos los que no tuvimos doble apellido. somos borrachines que dicen lagrimeando en cada fiesta cuánto aman y lloran al ver el nuevo folclore-monopolio del mercado. ¿en cuánto se venden los gallos malos de la granja el “duro como quirquincho” la hierba mala que nunca muere? mi abuela me mira atenta mientras muerdo la pulpa y extraigo una a una las semillas de mi boca. pienso en el padre que he decepcionado y en los abuelos que he enorgullecido y me digo no me voy a ahogar esta vez. los créditos pasan un ocaso de fondo y retumba en los helechos el reggaetón de la calle ¿cómo sobrevivo mis raíces hoy? ellos me dicen sos igual a Rosita, mi tía que no conocí. tras su divorcio, escuchaba las palabras: “nadie nunca se ha muerto de amor” Bío:
Alejandra Mendez Bujonok nació en 1979 en San Cristóbal, Santa Fe. Reside en Rosario, Argentina. Estudió psicología en la UNR, es escritora y productora cultural. Coordinó los ciclos de lecturas: Poesía en los Bares (auspiciado por la Secretaría de Cultura y Educación de la ciudad de Rosario) Poetas que leen a otros Poetas, Poetas del Tercer Mundo y las trasnoches del FIPR (Festival Internacional de Poesía de Rosario) en 2010 y 2011, entre otros. Publicó los libros de poemas: Tarde abedul (La Pulga Renga, Rosario, 2013), Charlas con Cuchúa (Editorial DeAcá, San Luis, 2018) y Trece maneras de enfocar otro pájaro (Ediciones Arroyo, Santa Fe, 2019). Fue declarada Artista Distinguida por la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe (2019). Integra numerosas antologías nacionales e internacionales. Actualmente coordina un ciclo de lecturas en la Biblioteca Argentina Dr Juan Álvarez y, junto a la poeta Vicky Lovell, el Área Letras del Complejo Cultural Atlas. Les dejamos una selección de su obra, para no perderse detalle: (del libro Tarde Abedul) Caracola Tenían quietudes azules/sus ojos cantábrica profundidad/marítima su alma inaccesa/toda alma todo cielo toda vida/ caracola en movimiento. Tenían la ductilidad de los vientos/sus vientos. Me miraba su historia -abuela- como queriendo salirse de usted. De niña entendí/solo viéndola mirar/que todo es un acantilado lejano. De la manera en que me salvo No uso reloj en la muñeca (es triste el mundo de los ajustados) No uso gafas oscuras de sol (es triste el mundo de los escondidos) No uso paraguas de la lluvia (es triste el mundo de los protegidos) Me salvo así (o eso creo) De pensar el control de los objetos. De pensar la distancia de los otros. De pensar que la lluvia es una maldición. (del libro Rapsodia descontenta) Rhizanthella Por los caminos del agua en busca del silencio las máquinas son máquinas secretas. Como una Rhizanthella, sin romper jamás la superficie de la tierra, florecen por lo bajo aquellos rayos. (del libro Cantos repentinos) Cuando tía Rosa hablaba Ay, dios! El mundo era Nepal temblando, nuestro mundo era lo más extraño que habíamos pisado. Cuando tía Rosa hablaba, decía las cosas que solemos callar, decía sin filtros, Rosa de los vientos de otros, rosa como bomba que estalla en historias y hormigueros y trenzas y caballos. Ay, dios mío! Rosa, tía de todos, cuando hablaba de todo, menos de ella, menos de sí. (del libro: Charlas con Cuchúa) Hoy la sombra se desliza con la fresca, es mediodía y un círculo imperfecto brota ante mí sobre la mesa a través de las ramas del naranjo y rezo desde el silencio: luz del día, oye a tu hijo que escapa del descontento. Ella viene con su ramito de tomillo mezclando los aires al pasar los olores que respiro, su ser en forma, viene y me toca su perfume en breve instante el alma. Me dejo dormir en el lomo del árbol conocido. Hay una confianza desigual en la siesta, todo parece entrar en este tiempo sin tiempo, en esta especie de agujero sin fondo. El que estuvo preso sabe que la cárcel existe primero en nosotros. Las paredes pueden ser fronteras o mares o costas. Te pregunto por la memoria ¡qué extraño gato zigzagueante! Decime cómo veías vos nuestras cosas, pequeñas o grandes cosas, eso depende. ¿Recordás la tarde que matamos al bayo por pura picardía nomás? Me persigue todavía. Pienso al trote en su caída, su pelaje, su temple, el porte, el pecho de ancho río. Ahí su centro, su gravedad, su brillo extremo. Yo amaba acariciarle el anca. Dicen que para cinchar un ancla del Titanic llevaron veinte shire. ¡Qué animalidad esa fuerza delantera y esa cosa sobre el mar! Parecía de otro mundo el recuerdo. Nos vestíamos y andábamos por la quinta, por la escuela, rodeados de más niños de ese otro mundo, de sus campos o sus caballos crecientes de luna llena. El bayo cayó al pozo como si fuera un rollo de seda. Él murió con el sabio don del país que entiende su devenir. Sus ojos nos miraban ya desde otro lugar consolándonos. Veo las nubes venir hacia mí, cuelgan de la soga del aire como criaturas de lo eterno, son chivitos, torres, ojos de víboras, malvones, espuelas, jirafas, canarios o calles, según se necesite. Y están lejos, lejos como aquella isla de vacas que forma casi un cuadro. Paraísos que bajan a la tierra con la lluvia que tiene mi corazón. Hacia ahí vuelo. Bío:
Fer Salas (1984) Nació y vive en Salta. Poeta y pequeña editora del sello killa: produciones. Publicaciones: Autoediciones: Síntesis del laberinto y Cuentos niños para chicos grandes (2010,) Elementos (2011), No Somos Indies (2013) (co-poroducción con Almadegoma), Las visitas (2012). El futuro no existe (Almadegoma 2016), Ningún Poema (Almadegoma 2019). Publicaciones en revistas: Sonámbula, Aristene Papi, Dislexia (Buenos Aires), Un cronopio (jujuy) RockSalta (2017) Antologías: La juntada, (2011 y 2012 Buenos Aires), Sumergible (2012- Jujuy), Antojología (2013-Sonámbula), Nina Jani Jiukaspati (El fuego que nunca se apaga) (2015 Muestra de poesía desde el Sur Almadegoma), Marcia Larvaria Antología Marciana de poesía, (2015 Larvas Marcianas Editorial (Santiago del Estero) y Columna Norte (2016 - 27 Pulqui y Almadegoma) Banzai! Encuentro de Escritores 2018 (Jujuy-2018). Sus blogs son amapolalunatica.blogspot.com y ferlunatica.tumblr.com y su IG: @fur_lunar. Participó en muestras colectivas con poesía visual. Coordinó el ciclo de poesía y música Pollerapantalón: dos visiones del mismo caos, junto a Ana Azurmendi y Belén Martínez. Coordina el espacio de poesía Clínica de poesía, junto a Fernanda Álvarez Chamale y Florencia Arias. Les dejamos unos poemas para disfrutar: 1 Mi casa lego Nidito Hogar Paredes que nos contienen los bailes y los silencios Casa barco Casas dentro de casas Ceño fruncido y no toques ahí No hagas ruido a esta hora duermen los vecinos Que luego me despiertan Pero no cambio por nada Que desarmo y vuelvo a armar Donde sueño un patio pero amo mi balcón. Mi casa, Mis reglas. Casita De andar en patas y en pijama De lunes a lunes De comer en el piso o en la mesa De saltar en la cama. Casa de cantar mal Pero intentarlo. De lecturas antes de dormir Pero a veces días enteros de tele y aparatos electrónicos De búsqueda de paz y equilibrio y ninjas Casa exagerada. Casa colgada de las nubes Casa explotada Todos sus rincones sirven para algo Casa que ya tuvo mil formas Y dolores. Mi casa de mi yo adulta y mi yo niña Conviviendo con otre. Casa de 2 y de 3 y de nuevo de 2. Casa drama. Casa ruptura. Casa que abrazo sola. Casa veo, veo Una cosa maravillosa Casa burbujas. Casa que es nuestra mientras pagamos el alquiler (y qué suerte que lo puedo pagar) Pero que nunca nos pertenecerá. 2 Beso palabras. Yo ya no sé amar. No sé qué significa no saber amar. No saber qué significa significar. Pero me dejo ir. Así bailo, Ignorante y viva. Giro en mis talones y no en mis puntas, yo no sé de biomecánica. Me muevo. Beso el piso con mis pies. Besa mi pelo el viento. Me dejo ir. Yo no sé escribir poemas. Algo me es dado como amar y bailar más allá de mí, simplemente voy aunque me pregunto qué significa significar. Y por qué me pregunto y repito palabras y busco un ritmo y mi lengua baila. Ya no sé besar. No sé no saber por qué me preocupo. Porque me preocupo. Busco horizontes en un valle torpe y hermoso. Mi pecho palpitante. Mi yo palpitante. Mi mirada palpitante. La lengua inquieta. Cuánto más se puede callar, y calmar y caer y sonreír sin más bajo el sol. 3 No sé qué decirle. Deje de romantizar todo. Desistí de las señales. Ya casi que no veo figuras en las nubes y no hago caso a lo que sueño porque a veces se vuelve real, pero nunca cuando me rio o gozo. Abandone la ilusión de verme perdida para que me encuentre el destino porque así tenían que ser las cosas. Aunque sí creo en la magia y siempre creeré en la poesía No sé qué queda después de eso La seriedad de los días con la que voy al trabajo: Buenos días, ¿En qué lo puedo ayudar? Supongo que es mi modo de no enamorarme. El amor me distrae de lo que quiero hacer. ¿Puedo evitarme el dolor? No mirarle de frente cuando sea que le encuentre y tomar distancia: Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? Aunque no me queda claro dónde queda la ternura. ¿Y qué pasa con el tacto? ¿Y dónde se guarda el viento? ¿En qué horarios se puede llorar? Estoy rota, Glo Y soy fría. 4 Que el orgullo me calle. me calme me aparte me patee la suerte a otra calle a otro abismo alguna vereda menos absurda ni tan burda ridícula cursi de seguir usando ese pronombre que no nombre más que mi yo mi llanto darle entidad a la lágrima mostrarla hacer un show que no se me empoce y sea río desbordado Hipérbole de gota vaya donde vaya Adiós Pero fuera de mí de mi garganta Y no seguir su curso No Nunca despedirme de esos barcos lo que sea que cargue a falta de lobotomía ni resplandor de una mente sin recuerdos ni aquí ni ahora y más chau y menos soltar y todas las palabras y metáforas gastadas en vez de eso buscar las nuevas y mundanas lenguas caricias varias o lo que sea que venga quizás inventar una ternura Si acaso sea posible una ternura conmiga primera sin la trampa del amor propio No por repetir recetas o por el miedo al afuera ya los discursos de superación. sin pena en serio sin pena y sólo el baile de la victoria y la felicidad simple que no piensa en el mañana. "Dicen que cuando deseas algo dulce, en realidad necesitas un abrazo" Amargura Amar Mar La sal Y el rio de lagrimas LA tristeza que no es YA ni triste solo ausencia amargura destrato amargura golpe bajo amargura invisibilidad amargura borramiento amargura muerte virtual amargura Me ignora Me agota Me tira Amar pero gura. Cada vez que se acuerde coma un caramelo, de preferencia gomitas. Pero seamos sinceros, NI una tonelada puede con tanto sin sentido. Que ojalá gastritis, pero ningún remedio para ese amargor. Ni el helado en el freezer. No se puede más. No puedo más Ni mirar a la cara de la Amargura Y al final qué nace de la amargura qué hay debajo de esta cáscara de sal dentro: nublado: amargo afuera: sal: cáscara La resignación El relato entrecortado del enojo Un montón De sintagmas nominales No Y Olvido Nombre Masculino Enojo Garganta Una lengua Inmóvil El metalenguaje de la amargura Sin movimiento El círculo La resignación. Amargura Alquilar un conteiner para la basura mental, los recuerdos acumulados que eviten el choque nostálgico cada vez que abras la puerta. Yo lo pago. Yo te lo pago. O sea a mí. Me. Aunque no sé si existe la posibilidad de vaciarme. Promesa yóguica: antaracumbhaka:bayakumbhaka. Sino ¿cuándo? Inhalar siempre fue un problema, algo queda atascado amargura en el medio del pecho el camino de vuelta empedrado en subida la agitación metáfora fácil que ni el ventolin ni el salbutamol ni el relval elipta Amargura y las ganas de ser comprendida en este amontonamiento de palabras. hilo enredado en el cuello. Las ganas siempre de gritar y lo inútil que es si nadie escucha. Nadie: persona específica. Todo mezclado. Sin querer. Sin calcular. Bío:
Maira Rivainera nació en 1991. Actualmente reside en Salta – Salta Capital. Ha participado con lectura de textos en “Encuentro de Escritores BANZAI!” (Jujuy, 2019) y en “MICRÓSFERA - Encuentro de la Microficción” (Salta, 2019). Ha publicado Cielo, verde, agua (2019, Gerania Editora", Tucumán). Por acá les dejamos una selección hermosísima: Por fin llueve, Vicente por fin llueve la felicidad debe ser esto las tejas espejadas una cosa pasó volando tenía plumas y cola alas los árboles reverdecidos es linda la montaña de tierra gris después de los disparos de sol. la felicidad debe ser así, algunas nubes la resolana y truenos cercanos. Debe ser la alegría de la línea, nítida de color cuando con luz blanca. Los días nublados son sin vergüenza para las cosas, aparecen como no cuando la ceguera del deslumbramiento. Como no cuando lo difuso opaco nocturno. Truena, dios respondiendo a las sirenas. El suelo exhala aliento de agua. El viento entre los perros que juegan en terraza ajena. La cabeza callada por el sopor del sueño de los medio día dormidos de la comida a qué hora, cuando venga el hambre. Cuando él sea y la mesa puesta y los alimentos servidos, la felicidad debe ser eso. Que truena y no lluvia pero va a pasar. La piel pegajosa en sudor, la polución en el aire, soluciones para la sed: agua. Soluciones para la sed: no sé. Un pájaro hizo nido en mi garganta y nacen; conejitos en París, pollitos en Salta. Esta misiva es para mí, por si me abandono. Esta explicación es mía, truena. Metáfora del llueve, que es eterno. Pero truena... De fondo suena indie progre soul. Mi corazón azul, me late el cielo en el pecho. Truena, serán sentimientos encontrados. * La hora fría de la noche cuando apago las luces y voy a acostarme, espero la hora fría de la noche. tomo mates, espero a los espíritus nadie quiere estar solo, my love. ellos tampoco Y vienen a su manera, a veces sueño Vienen como la sombra de un paredón alto sin rejas, ¿qué hacen? yo escucho música. y no cuentan pero están, idem a vos Cuánto me harás naufragar, olvido corazón de sandía (color salmón intenso y estrellado en semillas) Según los muertos, de este lado se llora, diría mejor que lavamos la fuente de distracción con que sucede la imaginación, los ojos. los ojitos, sweetlove. Quién pudiera en su lengua pasarte la idea Cariño de algodón, caramelo de sol Quién pudiera en su lengua decir azucar tostada de flores antes que la primavera, parecida a la tierra la marea Somos breves, abrazo del rayo Hoy aquí, mañana nos vamos, pasado intento algo más como el silencio pero de esta forma vacío el cántaro de cuero, el cuerpo Las manos el fuego las palabras el agua condensación de vapor al cielo, son tormentas los pensamientos No te asuste que el trueno exclame, ¿no amabas gritar, romper en viento la estática? * p a r e c i d o Al ocaso pedí palabras por hacer destellar ese color en tu nombre, el color raro del otoño Has notado tal vez, con algo de distracción cuando lo verde refleja naranja y el aire se templa, como al hablar suena tu voz Por ejemplo si decís gracias, gracias may, en situaciones fortuitas Cuando logro ocultar la ingenuidad Aparentar es un hábito. usual. miserable. mi ruina vos Un pequeño pogo en la cárcel del cráneo, una canción irreverente, parecido a la alegría en la sin salida del callejón * A veces respiro suave, aproximo el movimiento pulmonar a la extinción del sonido (y me olvide el universo) Sin poder ser de aquella ausencia en que derivaría mi, a esa altura, mi ya no estar * Hemos, amiga, de inventar futuro Qué podemos tener, decis, sin heredar Nadie sabe qué querer, real Aprender a borrar la huella cáustica de la vida que llevamos y nadie nos recuerde y desaparecer personalmente mas no en lo que pensamos Pero qué pensamos Aprender a sentir extasiada la vida sobre las cabezas, cual nubes de glitter suspendidas en chisporroteo de estrella No debe haber otra forma de ser que apagarse brillando Bío:
Nació en Buenos Aires en 1984. Es Licenciada y Profesora en Letras (UBA). Cursó la Maestría en Crítica y Difusión de las Artes (UNA). Es profesora de Lengua y Literatura en nivel secundario. Dicta talleres de lectura y escritura. En el 2014 obtuvo una mención en el Concurso Pablo Neruda (organizado por la Fundación Pablo Neruda- Chile- y la Universidad Nacional de Córdoba). Participó en la Antología Poética El Rayo Verde 2016 y 2017, y en la Antología de Poesía Liberoamericanas (2017). En 2016 publicó La mancha de los días (Editorial Qué diría Víctor Hugo?). Compiló, junto con Roxana Molinelli, la antología de poesía Otros colores para nosotras (Editorial Continente). En 2019, poemas suyos fueron seleccionados para integrar la antología de poesía Apología 4 (Letras del Sur Editora). En 2020 publicó Movimiento de ida (Ediciones Deacá). De este último poemario, les dejamos algunos textos: Parada detrás de la ventana contemplo el otoño mientras me saco la ropa lentamente sólo para comprobar si desnuda puedo sostenerme intacta como esos árboles que observo con admiración. * Recordatorio 3 Repetir los mismos gestos una y otra vez no es moverse es revolver los sedimentos del agua que se aquietan arriba, en el centro y caen luego por su peso hacia el fondo es enredadera que se adhiere a la pared es mano que escribe y borra con el codo es mano que escribe y borra con el codo. * Ya es diciembre pienso en los jazmines y en el verano en el aroma que irradian con el calor en que tal vez ya es tiempo de quedarme un rato en remojo y quieta para que el aire me descomponga lentamente hasta que un perfume al fin se desprenda de mí. * Si las palabras fantasmean inventar un verbo para designar una invocación a esa sombra que algunas tardes se pega a las manos y me recuerda una parte del cuerpo que te quedaste. * Como sentir el cosquilleo de un brazo amputado ahí donde debería haber algo, duele. * Los fantasmas hablan no sé qué dicen aun cuando río a carcajadas y creo que ya te olvidé no comprendo el sentido de algunas palabras sueltas que vuelven. * Carta 14 Quería contarte que hoy volví a nadar mis brazos fueron los remos que empujaban el agua empujar para ir dejar atrás para avanzar casi parecen preceptos pero no lo digo yo lo dice la física. Bío:
Natalia Schapiro es psicóloga y asistió al taller literario de Laura Devetach. Escribe poesías, cuentos y novelas para chiques. Algunos de sus libros son Lucía y la varita china, Diario de dragones, ¿Alguien anda ahí?, Cuentos callejeros, Una tertulia inolvidable, Dorotea cumple mil, A salto de cangurito, 100 % fútbol y Cumpleaños a golazos. También escribe poemas para adultos, aún inéditos. Por aquí, les dejamos una selección imperdible: como tantas veces hoy quiero oír tu voz gruesa abrazarte, decirte feliz cumple que la tarde se escurra entre charlas y risas tomarnos un té de jazmín en tazas viejitas y distintas mientras los chicos juegan comer tu torta de maracuyá y que vos andes descalza, los pies como gatos en la pinotea. Pero volvió esa lluvia la que te arrancó en enero sabe de despedidas la lluvia dice no con un gesto me calla y lleva por un camino tibio mientras hace shhh shhh como calmando a un bebé me deja donde los recuerdos menean sus hojas mojadas y reverdecen brillantes hermosos. * Óxido Si la puerta del patio se oxida con lija y dosenuno las cosas se arreglan más compleja es la madera tocada por las uñas de la muerte no resucita ¿Y qué se hace con lo herrumbrado adentro? lo que se nos desmorona en pedacitos cuántos baldes de palabras hacen falta para limpiar telarañas anidadas en el fondo hojas secas que nos tapan el sol el óxido de los desencuentros los golpes con lo árido cómo se transforma en luz lo que nos corroe * Ritual de otoño Detenerse en esa hoja que lastimó la vista tanta pena a flor de piel esa que marchó hace rato y dejó un fantasma cobre meciéndose arrancarla sin culpa ni dudas como quien hace un bien al mundo tirarla exhalando hondo despedirse de una vieja herida repetir con las otras hojas que estén rogando retiro escuchar sus vocecitas secas arrugadas aplastarlas en una bolsa hasta que no existan crujidos ni palabras sentir viento de menta galopando como cuando se pone fin a la agonía * si pudiera frenar al torrente de afuera crear un muro pausa paréntesis silencio algo evite que eso perfore y deje esquirlas en mi cuerpo revuelto como un baldío en carne viva si pudiera decir alto así no entrás si las cosas llegaran como leve zumbido no grito que acuchilla erosionadas no tsunamis y plegar mi mundo a salvo de avalanchas si pudiera frenar al torrente de afuera disponer un dique un gran párpado o al menos pestañas filtrando lo que daña el cielo interno si pudiera * Todo rezuma soy un bollo de masa bajo un repasador la gripe aleja al mundo incubando silencios una entra en sus huesos al fin cae la rutina el hilo de exigencias que resiste. Cuesta decir no cancelo, no cocino que el afuera espere todo sea la horizontalidad de la cama. Los gatos captan la quietud y se montan a ella somos un poco gatos al enfermarnos pero ellos reposan sin culpa. La vida en pausa en esta isla de descanso la ropa sucia espera la colgada, también pleitesía ante la taza de té y las servilletas de papel. |
|