Bío:
Vanesa Almada Noguerón (Buenos Aires, 1980). Tiene estudios en Letras y en Gestión Cultural. Participó en diversas publicaciones antológicas, revistas culturales de difusión virtual, ciclos de lectura y festivales nacionales e internacionales, tales como FIPA (Festival Internacional de Poesía del Atlántico, 2014), La Juntada-Festival Internacional de Poesía Joven (2015 a 2018), FIPMAD (Festival Internacional de Poesía de Madrid, 2017), Festival de Poesía de Acá (Mar del Plata, 2018), Festival de Poesía El Mamut (San Bernardo, 2020) y Festival Poético Onírico Internacional (Reino Unido, 2020). Actualmente reside en la ciudad de Mar del Plata y colabora en Liberoamérica, revista y plataforma literaria. Edita el blog «Chorrera de palabras». Publicó Entre los ruidos (Baldíos en la Lengua, 2015), Quemar el fuego (Autogestivo, 2017), Los demás (Liberoamérica, 2019) y Límbica (El Taller Blanco, 2020). Pueden leerla en almadanogueron.blogspot.com/ Les dejamos ahora unos poemas recién salidos del horno, de Límbica (El Taller Blanco, 2020): ladrillos rojos me gustaría saber si desde ese balcón se pueden ver las ciudades que hubiéramos visitado o las manchas de calor de lámpara de manos convulsas de penitencia en los libros que nos hubiéramos prestado este cuaderno que escribo tiene el color atormentado de un vaso de sangre ¿son rojas también tus venas, tus suspensiones / todas tus ropas después de haber pensado tanto el amor después de haber pensado en las formas simétricas que van tomando los diálogos que nunca pudimos encauzar? la radio sigue diciendo esa canción de Édith Piaf (sigue diciendo tormenta) me gustaría saber si mañana la lluvia (o algún otro fenómeno) nos va a ofrecer algún principio o algún final algún reflejo en el barro donde no sentirnos tan huérfanas donde no sentirnos tan verbalmente vulneradas tajos en el agua estás esperando que pare hay un sueño del que nunca te pudiste despertar piezas de sexyonary perdidas atrás de los sillones que nunca intentaste recuperar hay cierres (abiertos o arrancados salvados del costurero pero ciegos secas cada una de sus mitades / por completo inútiles) y mientras juntás los botones caídos (los años venideros caídos) seguís esperando que pare / y bostezás los techos no te alcanzan porque nunca supiste escapar tan alto hay carteles / luces perforadas que transpiran piedras resbalan de los postes cada vez que pasás estás esperando que pare y buscás en cada objeto un signo significado y significante algo con qué justificar la espera aunque sabés: no va a parar tus mejores neurosis siguen siendo cíclicas infinitas
0 Comments
Leave a Reply. |
|